martes, 11 de mayo de 2010

Quien si no taciturno.

No es que hoy amanezca triste;
no es que el aurora de paz se haya ido contigo.
Jamás dije que la responsabilidad de la sabiduria
era toda tuya oh dios, dios mio.
¿Qué se debe hacer para cumplir el método del camino a la felicidad?
Debo de andar taciturno, vago y sin lugar a excentricidades.
Porque debes saber que yo tu amado hijo, ama vagar.
Adora la soledad, y le excita saber que es perseguido por un par de piernas masculinas, ya sea para coquetear, para preguntar, o por simple viandante.
No sé si he llegado al punto de locura donde no sé reconocer lo que esta bien y esta mal, lo que esta dentro de tus parámetros.

¿Es acaso un delito amar? ¿Amar loco empedernido a los hombres?
Ésos que te dejan, ésos que te miran por ser el más bello y hermoso, aquel que hace poco era una piedra sin pulir, y hoy por hoy, las miradas de los hace-chantes no paran de mirar.

¿Quién si no tu que nos brindas paz, y que una palabra tuya bastará para sanarnos, nos dará la tranquila santidad?.

Y quien seré yo para ponerme en tela de juicio si ya de por si sabes bien que soy mi peor enemigo, y son los fantasmas de mi soledad los que me persiguen..
¿quién si no yo, que tiene ganas de que entre tus pupilas traigas la escencia del mar?, y
-Qué con dulce parsimonia sea el olor de tu cabello el que me brinde la brisa del mar.
Si yo, no tu, jamás fuiste tú, el que me culpo por mi fiel condición, fui yo quien desde pequeño se condenaba al ver a hombres adultos y desearlos con pasión y locura.
Deseo de ser adulto para estar a su lado, pasión desenfrenada por ellos.

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