martes, 27 de enero de 2009

Kamasutra Gay.. ¿Por qué no?



Precisamente porque el mundo occidental carece de una literatura sexual que no esté bajo la lupa de la culpa, visiones de otras culturas mucho más antiguas que la nuestra, aportan nuevos bríos de esclarecimiento. El kama sutra- originado en la india- es una de ellas. Aquí se lo contamos por qué.


Por Rodrigo Beas.

Cuando escuchamos la palabra Kama sutra inmediatamente se nos vienen a la mente un sinnúmero de imágenes de un hombre y una mujer teniendo relaciones sexuales en distintas posturas. De algún modo los medios de comunicación - y sobre todo internet- se han encargado de empañar el real sentido del concepto. Además de un centenar de libros plagados de ilustraciones pseudo pornos cuyo único afán es lucrar. Aunque es cierto que el kama sutra se relaciona con un óptimo rendimiento del placer sexual, la verdad es que esté es sólo un ingrediente más. Pese a que el significado del término, está escrito hace más de 2500 años por un sabio de la India llamado Mallanaga Vatsyayana , aún la sociedad occidental no ha podido internalizar sus contenidos.



El tema del sexo ha ido evolucionando a través de la historia. Si en la prehistoria se consideraba como una práctica del impulso reproductivo, luego ocupó un sitio en lo religioso, siendo perseguido y castigado cuando se asociaba al placer. Cuesta comprender la racionalidad de aquellos tiempos. Actualmente, si bien se observa un dinamismo en estas materias debido a la gran avalancha de información que vemos, escuchamos y leemos a diario, paradójicamente esta situación, siembra mayor confusión. Sea como sea, cambiar el andamiaje valórico de tiempos pasados, no es una cuestión fácil. Aún falta una comprensión global que incluya otros elementos.



El kama sutra- a pesar de venir de tiempos remotos- se trasforma en una gran posibilidad para entender, explicar y reinterpretar el fenómeno de la sexualidad humana. Por eso, no es de extrañar el real interés que están cobrando en el mundo occidental, otras visiones -originadas en filosofías antiguas- que introducen otros conceptos, permitiendo ajustar las variables que interactúan en un escenario más moderno. Los primeros atisbos de cambio se vieron en la época victoriana-1883-, cuando se publicaron algunos textos sobre el Kama sutra. Un dato, no menor, es que se hicieron tras el anonimato, lo que confirma la idea de una sexualidad reprimida, propia del mundo occidental.


Otra prueba que sustenta esta tesis, deriva del hecho de que la mayoría de las grandes culturas de la historia- incluyendo sociedades tribales- tuvieron una literatura sobre sexualidad. En cambio, nuestra tradición judeo-cristiana es casi la única que carece de una, según ha afirmado el médico Alexander Comfort - nacido en 1920- quien ha investigado y publicado varios libros acerca del tema. En otras palabras, no existe un equivalente occidental para el Kama Sutra y quizás ante la falta de un referente claro es que la sexualidad no ha madurado lo suficiente. En esta línea la sicóloga clínica, Soledad Cartagena, consultora chilena que trabaja en salud mental, explica que el kama sutra es un aporte para abrir el tema de la sexualidad “como nosotros venimos de una cultura judeo-cristiana con el placer muy castigado, lo que hace (el kamasutra) es rescatar el placer como algo venerable que incluso nos acerca a la divinidad”.











El amor asociado con estos criterios revela que el kama sutra es mucho más que un manual de posiciones sexuales porque lo que pretende, en definitiva, es normar a hombres y mujeres para que se relacionen armónicamente en la sociedad. Estas normas apuntan a una serie de principios religiosos (Dharma), posesiones materiales (Artha), junto al amor, el deseo y el placer sexual (Kama) que conducirían finalmente a sus seguidores a la armonía y la felicidad plena.






De hecho el significado etimológico del concepto va en esa dirección. Se traduce como “las normas del amor”. Kama significa “amor, placer y sensualidad” y Sutra, “aforismo” expresar una idea con pocas palabras. En síntesis, es un tratado sobre la conducta, más que el sexo; una actitud de vida que enseña que el mundo es agradable y el sexo también; el derecho al placer que todo ser humano tiene y que el kama sutra contribuye a aumentarlo, no sólo a través de posiciones sexuales, sino que también por medio del canto, el baile, el vestirse bien, el vivir en paz y en comunicación. (ver recuadro)

KAMA SUTRA GAY: POR QUÉ NO?
Aunque el impulso sexual del hombre siempre ha existido, las normas sociales muchas veces lo han reprimido a lo largo de la historia. Sin embargo, las condiciones actuales del mundo, marcado por una globalización incesante, permiten abrir un debate fundamental para retomar un ritmo adecuado en estos temas.




Una señal importante en este sentido es la existencia de un cambio de mentalidad, por ejemplo, con respecto a la sexualidad homosexual. Por lo mismo, no es descabellado pensar en un kama sutra aplicado al mundo gay. Este ejercicio ya fue realizado por el periodista ingles, Terry Sanderson - entre varios otros- quien en el año 2003 publicó El Kamasutra del Hombre Gay. Este, no necesitó esconderse como sus antecesores que -en plena época victoriana- difundieron los principios del kama sutra heterosexual anónimamente. Ello se trasforma en poderoso síntoma: ya se puede hablar de sexualidad gay abiertamente. Esta postura ha encontrado eco, incluso en nuestra sociedad chilena donde también se percibe cierta liberalización, en opinión de la sicóloga, Soledad Cartagena: “se advierte la existencia de un cambio de mentalidad en el país en cuanto a la aceptación del mundo gay, cuestión que se aprecia en los reportajes que ya no tiene una connotación morbosa, ni visualizan el tema en forma caricaturesca”.








Bajo el alero de estos pequeños vientos de cambios, El Kamasutra del Hombre Gay, constituye un importante elemento para entender y convivir con las minorías sexuales. Su autor aplica modernamente los preceptos del kama sutra al mundo del hombre gay y toda su problemática, efectuando un ejercicio muy didáctico que favorece no sólo para que los heterosexuales comprendan esta minoría, sino que también para que ellos mismos se integren a la sociedad un poco más.

Sin embargo, es preciso aclarar que el kama sutra proviene de una sociedad- la india- en que se discriminaba a los homosexuales, a quienes calificaba como eunucos - hombres castrados- y afeminados. La idea -hoy en día- entonces es tomar lo bueno del kama sutra y dejar atrás lo malo.






Siglos de discriminación han influido negativamente en la autopercepción de esta minoría. Si antes era calificada como una opción ambigua, actualmente no es muy distinto. Si observamos sus conductas más típicas tales como practicar su sexualidad en la oscuridad, alejados de su entorno social, podemos imaginar su efecto: una lucha interna muy estresante, una contradicción enfatizada por la idea fuerza de la sociedad: el sexo asociado a la culpa.







En ese sentido, el kama sutra es un trampolín para soltar las amarras, al proponer experimentar la sexualidad conectada a lo




cósmico. Ello quiere decir, comprenderla como una energía que está en pleno contacto con la del universo.( Y este principio adquiere aún más validez ya que se encuentra presente en casi todas las disciplinas orientales). Es más, se plantea “que la experiencia sexual - o mega cósmica- proporciona una compresión social, espiritual y emocional que cambia la vida”.

Asumir la homosexualidad desde esta óptica es un camino plausible que da cierta luminosidad a un grupo que vive encerrado en un cuarto oscuro. Ya no es suficiente que los homosexuales vivan una doble vida, porque experimentar esa sensación, entrampa el camino a la felicidad que todo ser humano tiene derecho.





Practicar intensamente la sexualidad no se condice con el sexo fácil e instantáneo. Muchos gay optan por este camino. “Para ellos, conseguir una relación sexual es muy simple. Existe todo un espacio social equipado para eso: las discotecas con cuartos oscuros, los saunas y algunos lugares públicos”, según lo explica la sicóloga clínica, Catalina Moreno. Esta característica es diametralmente opuesta a las premisas del Kama sutra porque “desahogo sexual, no es lo mismo que satisfacción sexual, practicar el sexo no es lo mismo que hacer al amor, o alcanzar con rapidez una caricia anónima supone un desahogo, pero en ningún caso felicidad”.



Practicar intensamente la sexualidad no se condice con el sexo fácil e instantáneo. Muchos gay optan por este camino. “Para ellos, conseguir una relación sexual es muy simple. Existe todo un espacio social equipado para eso: las discotecas con cuartos oscuros, los saunas y algunos lugares públicos”, según lo explica la sicóloga clínica, Catalina Moreno. Esta característica es diametralmente opuesta a las premisas del Kama sutra porque “desahogo sexual, no es lo mismo que satisfacción sexual, practicar el sexo no es lo mismo que hacer al amor, o alcanzar con rapidez una caricia anónima supone un desahogo, pero en ningún caso felicidad”.



La mayoría están empecinados en la dinámica de la caricia fácil y anónima, convenciéndose de que el “ambiente es así”, y de que hay nulas opciones de algo diferente. Ser gay no se reduce eso. Sea verídico esto o no, lo cierto es que El kama sutra es como un escudo que ataja las permanentes voces de discriminación que han ensordecido los oídos de la comunidad gay.







Tanto en el mundo heterosexual como en el homosexual, persisten los vestigios de una cultura que se ha desarrollado bajo el paraguas del sexo ligado a la culpa. Un trampolín que permite capearla para evolucionar hacia el amor sensual, equilibrado, placentero, sin prejuicio, es el Kama sutra.

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