La obsesión de la iglesia católica contra gays y lesbianas parece no tener fin. Con ocasión del autodenominado “Encuentro Mundial de Familias” que ha tenido lugar estos días en México, el Consejo Pontificio para la Familia sostiene que “la homosexualidad no es un componente necesario de la sociedad, como lo es la familia” .
En un comunicado al respecto, el Consejo Pontificio para la Familia se declara además contrario al matrimonio homosexual y sostiene que los legisladores que quieren“organizar socialmente la sexualidad” cometen “un error antropológico” . “La relación entre dos personas del mismo sexo no es equivalente a una relación de pareja que se basa en la diferencia sexual. Estas dos situaciones dependen de estructuras que no son de la misma naturaleza. La relación homosexual no entra en este campo social”, continúa.
Hace pocos días, Ennio Antonelli, presidente del mencionado Consejo, ya lanzaba
Aquí otra versión
El Papa pidió al mundo que no confunda la familia con otras formas de convivencia, reconozca su función social y le procure protección cultural, jurídica, económica, social y sanitaria «y, muy particularmente, con un apoyo que, teniendo en cuenta el número de hijos y los recursos económicos disponibles, sea suficiente para permitir la libertad de educación y de elección de la escuela». En un mensaje grabado en vídeo y transmitido antes de la misa con que concluía el VI Encuentro Mundial de las Familias, el Papa instó a las autoridades y a los fieles a promover una cultura y una política de la familia.
El Pontífice convocó a las familias a unirse en asociaciones que promuevan su identidad y sus derechos e insistió en el modelo de familia que plantea el Evangelio: padre, madre e hijos. Trabajar por la familia «es trabajar por el futuro digno y luminoso de la humanidad y por la edificación del Reino de Dios», señaló en su mensaje, que debía haber sido difundido el sábado, pero fue aplazado debido a la lluvia caída sobre la explanada de la Basílica de Guadalupe, en la Ciudad de México.
Benedicto XVI lamentó que «las estructuras establecidas no lleguen a cubrir satisfactoriamente» las necesidades de la «célula vital de la sociedad, el primer y decisivo recurso para su desarrollo y tantas veces el último amparo de las personas». El hogar, dijo, está llamado a vivir y cultivar el amor recíproco y la verdad, «el respeto y la justicia, la lealtad y la colaboración, el servicio y la disponibilidad para con los demás, especialmente para con los más débiles».
«Es necesario, por tanto, desarrollar una cultura y política de la familia, que sean impulsadas también de manera organizada por las familias mismas. Por ello las aliento a unirse a las asociaciones que promueven la identidad y los derechos de familia, según una visión antropológica coherente con el evangelio, así como invito a dichas asociaciones a coordinarse y a colaborar entre ellas para que su actividad sea más incisiva».
Para no caer en la delincuencia
El VI Encuentro Mundial de las Familias, convocado bajo el lema «La familia formadora en los valores humanos y cristianos», reunió desde el pasado miércoles a más de nueve mil personas en un centro de convenciones de la capital mexicana. En una intervención muy discutida por sus rivales políticos, el presidente del país, Felipe Calderón, consideraría que la desintegración familiar es el origen de que muchos jóvenes caigan en la delincuencia.
El Pontífice convocó a las famlias a unirse en asociaciones que promuevan su identidad y sus derechos
«Hoy las familias mexicanas enfrentan un paisaje y un ambiente de inseguridad. El crimen, la violencia y la exacerbación de la violencia amenazan la tranquilidad de quienes más queremos; también amenaza esa tranquilidad la apología del delito», dijo el mandatario durante la apertura de este encuentro. Calderón agradeció a las organizaciones religiosas que fueron responsables de su educación y abogó por la necesidad de mantener unidas a las familias.
El Encuentro se ha visto salpicado por algunas polémicas, como la protagonizada por el Partido Socialdemócrata, cuyos miembros se manifestaron a las puertas del centro de congresos. El arzobispo primado de México, Norberto Rivera, señaló que en ningún momento ha atacado a partido alguno, y que las opiniones publicadas en el editorial del semanario «Desde la fe» eran reflejo del libre pensamiento de su consejo editorial.
Otro momento conflictivo fue cuando algunos obispos participantes señalaron a las vestimentas y actitudes «provocativas» de la mujer como responsables de las agresiones sexuales de las que puedan ser objeto. En la propia página en internet del Encuentro se recomienda a las mujeres «no usar ropa provocativa», «cuiden sus gestos y miradas» y no quedarse a solas con un hombre «aunque sea conocido».
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